Esta novela tiene una mezcla perfecta entre romance, ambición, venganza, intriga, con un tema principal como lo es la trata de personas.
Es un subgénero que me gusta muchísimo y al leer la sinopsis me lancé de cabeza.Me ha enganchado desde el capítulo uno y he de decir que la narración entre pasado y presente solo aumenta la ansiedad por saber más. No te pierdes y te ayuda a meterte de lleno en la historia.
El que las voces vaya de unos a otros me ha parecido lo más acertado.
Me encanta porque nos permite profundizar más, conociendo mejor a cada personaje. Un libro con un narración impecable, frases maravillosas, esperanza y con un tema tratado desde el respeto en todos los sentidos y con un final que jamás hubiese imaginado, pero que me deja satisfecha.
Porque es lo que se merecen y sabes que son felices.
Seguiré de cerca a esta autora y os la recomiendo.
Lectura conjunta:
Este libro desde que vi la sinopsis dije va ser duro y lo ha sido, la andadura en el mundo de la trata de mujeres, en este caso. Aprovechando una deuda con el padre de Cristina, Santiago la obliga a trabajar para él en el complejo. Así es como la joven, apenas una niña, empieza su horrible andadura en el mundo de la trata de mujeres. Aterrada por la amenaza de matar a su padre si se marcha, será víctima de todo tipo de vejaciones.
Tengo que decir que la escritora lo ha hecho muy bien, al empezar a leerlo me llamo la intención esta frase: Cuando llegó a sus brazos, ya estaba rota y él se habría dejado arrancar la piel a tiras por haber llegado antes:
Otra frase que he copiado del libro que me impacto …cuando necesitas a alguien que te diga aquí estoy. El abrazo silencioso de Dina era un «siénteme», un «estoy contigo», un «no te rindas aún “seguir respirando, Cuando entra en la habitación reconoció el olor de lo insoportable, la presencia intangible que inunda una estancia y eriza la piel nada más rozarla la primera bocanada de aire del interior.
En resumen, me ha gustado mucho he odiado a Santiago (normal) admirado a Carlos y Javier un poco pardillo para ser poli. Lo que me hecho sentir María le escritora, rabia, dolor, pena, tristeza y alegría con ese final maravilloso, que bien lo has terminado: Gracias por hacerme sentir tanto .100x100 recomendado
Una novela que engancha desde el principio hasta el final. Un tema candente y de total actualidad. Muy bien escrita como todos los de esta autora. Lo mejor: mi hija está igual que yo: encantada con su lectura y pidiendo que tenga segunda parte!
"Yo resumiría así tu libro: ensayo filosófico sobre un tratado pseudocientífico del dolor.
En la línea de tu anterior relato, aquí también haces gala de una muy alta capacidad de observación de las actitudes y comportamientos, con sus motivaciones y consecuencias, de los individuos de nuestra especie; observación laboriosa llevada a cabo durante décadas en todo tipo de situaciones, análisis psicológico de un observador con amplia cultura, no condicionado por una formación académica de especialista. También resulta evidente que te basas en parte en experiencias personales. Sin haber reflexionado nunca con tanta profundidad como lo has hecho tú, mi visión de lo que expones, explicas y analizas, coincide en general con la tuya, aunque si me hubiera puesto a ello, yo no lo habría desmenuzado y descrito tan bien como tú, ni con tanta riqueza de referencias históricas, científicas, sociales y filosóficas.
He disfrutado tanto leyéndote como lo he hecho, por poner sólo algunos ejemplos, leyendo relatos tan diversos como los de Yuval Noah, Sade, Thierry de Lestrade, Voltaire, o l'Abbé Prévost. Por varias razones: la magnífica redacción, el manejo amplio, rico y certero del instrumento que es la lengua para plasmar y estructurar tus observaciones, consideraciones y conclusiones; la observación valiente, la puesta en valor de lo que son actualmente tabúes sociales, mediante razonamientos certeros de porqué son imprescindibles para que la vida sea plena. Sabes que me considero volteriano desde que era joven. Voltaire me fascinó por ser librepensador en un contexto de lo más oscuro; tú eres capaz de pensar con libertad e independencia en un contexto, si no oscuro, muy condicionado por “los nuestros y los otros”, por la corrección socio-política; y situarte fuera de la esfera, en ese mirador desde el que se puede otear con clarividencia.
De todos los autores que me han moldeado, al que más me recuerda tu relato es a Montaigne. En sus ensayos, allá por el siglo XVI, escudriñaba la mente humana movido por el ansia de conocerse a sí mismo, cómo somos y porqué somos así; cultivaba el “connais-toi toi-même”, recogiendo el legado de Sócrates: “gnôthi seautón”. Tú como él, cinco siglos después, exploras el psiquismo humano y describes la forma de la condición humana. Por otra parte, no se te puede leer deprisa, o al menos yo no; a veces, si quiero seguir bien el hilo de tus elucubraciones he de azuzar mis neuronas.
En mi condición de puritano y puntilloso te traslado un par de cosillas. Algunos les deberían ser los, y casi siempre usas el indicativo para el verbo que acompaña a tal vez y quizá, cuando debieran estar en subjuntivo, pero esto, ni lo tengas en cuenta porque me temo que se ha generalizado: estoy empezando a leer El infinito en un junco de Irene Vallejo, y ella lo usa como tú, siendo filóloga clásica. Muchas valoraciones tuyas acaban con un ¿no?: quizá sean demasiadas, pero esto tal vez te lo haya dicho la editorial."
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